15 de abril de 2019
Desde el Operador Local de Albania que trabaja con Cumbres Viajes nos invitaron a conocer de primera mano el Viaje en Bici que ofrecemos y enviamos a Javier Bartolomé, el fundador de Cumbres Viajes con la intención de poder contar a nuestros clientes como es la experiencia.
El viaje es en grupo con guía y con vehículo de apoyo lo que tiene la ventaja de que el guía y el conductor, siendo albaneses, nos cuentan muchísimas cosas sobre su país y su cultura e historia. El único pero es que hay que hablar inglés ya que los clientes vienen de todas partes del mundo y es el idioma que se utiliza para comunicarse. Además la ruta tiene algunos días que son bastante duros pero con el vehículo de apoyo te permite subirte a la furgoneta y quitarte las subidas a puertos para aquellos que no quieren sudar. Esto también se puede compensar alquilando una bici eléctrica si se prefiere.
El País es fascinante por ser un lugar muy mediterráneo que ha tenido una dictadura comunista durante 41 años y haber sido parte del Imperio Otomano musulmán hasta 1914. Es un país en el que te encuentras muy presentes su pasado musulmán, cristiano ortodoxo, comunista, y mediterráneo, todo en uno.
Además, físicamente el país es muy bello con grandes lagos, altas montañas, una preciosa costa y una tierra muy fértil con productos mediterráneos y de huerta de gran calidad.
Una grata sorpresa para mí fue lo bien que se come, especialmente si te gustan las verduras ya que todos los días hay sopas y platos de verduras frescas variados de los que no te cansas. Esta ruta incluye todas las comidas y las cenas y no tienes que preocuparte de elegir el menú puesto que el guía tiene ya cerrado para cada día lo que se va a comer.
Siguiendo un orden cronológico de la ruta lo primero es que se empieza con una noche en Tirana, la capital de Albania. Los vuelos a Tirana no suelen ser directos pero haciendo escala en Roma u otra ciudad europea sí que hay bastante donde elegir. La ciudad es interesante y si quieres disfrutar de ella puedes quedarte una noche antes o después del viaje.
El segundo día se empieza con un pequeño transfer de 2 horas para ir hasta el lago Ohrid en la frontera con Macedonia. Se entregan las bicis y se recorren 41 km muy suaves y llanos alrededor del lago.
Además se entra en Macedonia para visitar a pocos kilómetros una preciosa iglesia y el monasterio de Sant Naum.
El tercer día continuamos ruta hacia el sur desde Pogradec hasta Korcel. Haremos 51 km con una subida de 412 m acumulados. Es un día bastante fácil y que recorre zonas rurales muy bonitas para llegar a una ciudad bastante importante donde por la tarde visitamos un museo muy importante de arte religioso ortodoxo.
El cuarto día es un poco más duro ya que hacemos 72 km con una elevación de 1171 metros pero nos adentramos en una zona de montañas preciosa y siempre podemos coger el vehículo de apoyo en cualquier momento. Nuestro alojamiento es una bonita granja donde podremos desayunar huevos de Pato de la granja y cenar trucha del río que atraviesa la finca. Es el alojamiento más sencillo pero también uno de los más especiales por donde está, la comida y lo agradable de sentarse alrededor de la chimenea por la noche.
El quinto día de viaje es un regalo ya que hacemos 66 km con un largo descenso y poca subida. Vamos a llegar a la frontera con Grecia y las impresionantes montañas que separan ambos países. Esa noche nos quedamos en un hotel rural pequeño en una zona rural y por la tarde nos acercamos a un puente antiguo a darnos un baño en aguas termales al aire libre.
Se hace muy raro ver en zonas rurales las típicas construcciones comunistas de pisos de hormigón. También nos encontramos en el campo numerosos bunkers que quedan de la época de la dictadura cuando el miedo a una invasión atormentaba al régimen.
El sexto día es el más fácil para pedalear. Hacemos solo 46 km siguiento un río y terminamos la jornada con un transfer hasta la ciudad de Gjirokaster reconocida por la Unisco por su valor como ciudad Otomana. En la ciudad visitaremos una casa antigua Otomana en la que vivían juntas varias generaciones.
El séptimo día del viaje llegamos hasta el Mar y visitamos las ruinas Griegas de Butrint después de cruzar un rio con un pequeño transbordador. Hacemos 70 km con una elevación de 525 metros.
El último día en bici es por la costa, pero tenemos que subir un puerto de montaña antes de bajar de nuevo a la costa. Son 64 km en bici con una elevación acumulada de 1630 metros. Para los que estén más en forma es un reto divertido y para los que no quieran sufrir la furgoneta les puede quitar lo peor de la subida. Hoy podemos disfrutas de vistas al mar y paisajes mediterráneos que nos recuerdan mucho a España.
El decimo día tenemos un transfer hasta Tirana o el aeropuerto para volver a casa.
Este viaje es en mi opinión un gran viaje para aquellos a los que les gusta la sensación de libertad de recorrer un país cambiando de paisajes cada día y conociendo culturas y gentes fascinantes. Animaos!!
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